La calle del Príncipe de Anglona se encuentra entre la
costanilla de San Pedro y la costanilla de San Andrés, corriendo paralela a la
calle de Segovia, b. de la Cava, d. de la Latina, p. de San Andrés.
En sus orígenes tenía el curioso nombre de calle Sin
Puertas, porque se abrió para facilitar la comunicación hacia la plaza de la
Paja entre las casas del duque de Osuna (luego palacio del Príncipe de Anglona)
y de Francisco de Vargas (en la plaza de la Paja).
Como no había ninguna necesidad de abrir puerta alguna, la
calle fue conocida con el nombre de Sin Puertas.
Desde principios del siglo XX
se denomina Príncipe de Anglona, en recuerdo del teniente general que participó
en la Guerra de la Independencia. El príncipe de Anglona, de la familia de Javalquinto, además de teniente general, se distinguió durante la guerra de la Independencia, tomando parte en las batallas de Tamames y de Consuegra.
En el final de la calle se encuentran los Jardines del Príncipe de Anglona, una de las escasas muestras de jardines nobiliarios del siglo XVIII que se conservan en la capital que con el propio Palacio, obra del siglo XVI, forma el conjunto.
Pedro de Alcántara Téllez-Girón y Pimentel (Quiruelas,
Zamora, 1776-1851), también conocido como el príncipe de Anglona, fue un
destacado militar durante la Guerra de la Independencia Española.
Fue director del Museo del Prado de 1820 a mediados de 1823,
cuando el ejército francés invade de nuevo a España y tiene que exiliarse en
Italia. En 1840 fue nombrado gobernador y capitán general de Cuba.
Fue asimismo director de la Real Academia de San Fernando de
1849 a 1851, cargo que ostentó hasta su muerte.
Hijo menor de Pedro de Alcántara Téllez-Girón, IX duque de
Osuna y María Josefa Pimentel y Téllez-Girón, ambos importantes mecenas de las
artes y las letras españolas de la época. Francisco de Goya les hizo de la
familia el retrato Los duques de Osuna y sus hijos que se encuentra en el Museo
del Prado.
Bajo las órdenes del duque del Parque, estuvo luchando en
Salamanca al mando de una división de caballería durante las batallas de
Tamames (1809), y Alba de Tormes (1809) y, más tarde, bajo las órdenes de
Manuel la Peña en la Batalla de Chiclana (1811).
El 30 de octubre de 1812, en plena Guerra de la
Independencia, fue enviado por las Cortes de Cádiz a arrestar al general
Francisco Ballesteros, jefe del 4º Ejército, quien, a principios de ese mes,
había llamado a la rebelión en protesta por el nombramiento de Wellington como
generalísimo del Ejército de España.
En septiembre de 1813, al mando de una división del III
Ejército, llegó para participar en el sitio de Pamplona. A principios de 1814,
ya estaba al mando de ese mismo ejército, con 21 000 efectivos, y en abril de
ese año cruzaron los Pirineos para ocupar Pau.
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