miércoles, 18 de enero de 2017

Calle del Barco

Calle del Barco

La calle del Barco se encuentra entre la calle del Desengaño y la plaza de San Ildefonso.


Los terrenos en que se abrió esta calle eran propiedad del abad de Santo Domingo de Silos y del prior de los reyes de Castilla. Pasaron luego a propiedad de don Juan de Victoria Bracamonte, quien vendió parte al marqués de Leganés y parte a la marquesa de Villaflores. El de Leganés cedió un pedazo de su posesión a los monjes basilios para que edificaran su convento (en la calle del Desengaño), y la de Villaflores dio sus tierras para la erección de un monasterio de mercedarias descalzas (en la calle de la Puebla esquina a Valverde), cuya fundación confió a su confesor, don Juan Pacheco de Alarcón. Y la tradición es que cuando se estaba construyendo esta casa de religión, al ver la configuración del terreno de la que había de ser calle, dijo que aquello parecía un barco, y añadió el padre Alarcón: " en el que van frailes y monjas". Sin embargo, es más probable que el nombre lo tomara de Gregorio Barco que vivió en esta calle.

De don Juan de Alarcón fue también llamada esta calle, pero el nombre que prevaleció fue el que sigue ostentando. En el numero 15 hay una lápida recordatoria de que en aquella casa nació el 6 de septiembre de 1806 don Juan Eugenio Hartzenbusch, el gran poeta dramático. El 22 corresponde a una fachada monumental del colegio de los Agustinos de la calle de Valverde, y en el 24 se hallaba incómoda e impropiamente instalada la Escuela Normal de Maestras.


La calle del Barco recuerda los últimos días del general Castaños, cuando el anciano duque de Bailén, que en ella vivía, se levantaba al amanecer y salía para acudir a la primera misa que se celebraba en las mercedarias de don Juan de Alarcón, y al pasar despertaba al mancebo de una tienda, que era el encargado de ayudar al celebrante. 

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