La calle de la Flor Alta está entre la Gran Vía y la calle de Libreros.
En sus tiempos, toda
esta zona era propiedad de don García Barrionuevo de Peralta. En una parte
elevada había unos jardines de flores altas al que se accedía desde el jardín
de las flores bajas a través de una hermosa escalinata. Cuando desaparecieron
los jardines y se construyeron las calles les quedó los nombres de Flor Alta y
Flor Baja.
Un grupo familiar de
características singulares, chocantes, incluso sorprendentes para lo que era
usual en el Siglo de Oro español, lo constituyeron los Barrionuevo de Peralta,
individuos que aunque madrileños de nacimiento y residencia, en muy largas
temporadas habitaron el lugar de Fuentes de la Alcarria, del que tenían el
señorío jurisdiccional, y allí dejaron memoria clara de su existencia, aunque
por los avatares desgraciados de la historia, hasta esa memoria ha quedado
borrada en su aspecto material, y sólo lo que uno que ande metido en esto de
bucear en la historia y en las antañonas crónicas de nuestros pueblos obtenga
de viejos papeles es lo que nos servirá hoy para rememorar a tan curiosa serie
de personajes.
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