lunes, 30 de enero de 2017

Calle de Cañizares


Calle de Cañizares

La calle de Cañizares es una pequeña calle que se encuentra entre Tirso de Molina y Antón Martín en el barrio de Lavapiés. Transcurre entre la calle de la Magdalena y la calle de Atocha.

Inicialmente se llamó calle de San Sebastián ya que conducía a esta iglesia.

Esta zona era conocida por la heredad de los Cañizares, donde tenía su quinta Juan Antonio de Luján.

Cuenta la leyenda que una noche, un amigo de Luján montó en su caballo a una mujer de un prostíbulo y la llevó a la quinta. Cuando llegaron la arrastró hasta un humilladero que allí había mientras la mujer luchaba por soltarse. Como señal de respeto hacia el Cristo del santuario, el hombre apagó el cirio pero en ese momento el Cristo dejó caer su corona de espinas.


La mujer gritó con tal fuerza que el caballo se espantó y su dueño se subió a la montura para que no se le escapara viendo que el animal le llevaba hasta las puertas del convento de la Trinidad, donde finalmente paró su frenética carrera.

El hombre giró y regresó a la quinta de Luján donde un criado le devolvió el sombrero de plumas que se le había caído y la corona de espinas. Entonces el caballo le llevó nuevamente ante el convento de la Trinidad de donde no podía hacerle regresar por más que lo intentó.

El beato Simón de Rojas, al escuchar el ruido que hacían caballo y jinete abrió la puerta y el caballero le entregó la corona de espinas quien se la colocó de nuevo al Cristo después de oír al pecador en confesión.

En el número 6 de esta calle se encuentra el Hostal Cats. Es un palacete que data de 1803.  Parece ser que las personas que han dormido en él han sufrido experiencias paranormales y que espíritus juguetones hacen de las suyas. Extraemos esto del artículo Los fantasmas del antiguo palacete de la Calle Cañizares del blog  La Bitácora del Miedo:

….lo que confirma Carlos Portal, encargado de este inmueble y socio de Bonsai, es que muchos turistas que han pasado por el «Cat’s» han sufrido experiencias fantasmagóricas durante su estancia. «Desde una mujer que se aparecía en camisón por el pasillo a una chica que sentía que alguien le tocaba, ruidos, teléfonos que sonaban solos, apariciones,… Lo más impactante que he escuchado fue de unos clientes que hicieron una foto y salía reflejado en una ventana una mujer con dos niños ahorcados. Claro, no hay constancia de esa imagen».

El Palacete, fue construido sobre un solar en donde un fuego destruyó el anterior inmueble y fue utilizado como refugio para milicianos en la Guerra Civil Española, además en una antigua iglesia colindante, fueron asesinados siete monjes.

El Palacete perteneció a la familia Benedicto desde los años 50 hasta el 2001, fecha en la que fue comprado por los periodistas José Antonio Abellán y su esposa, Mara Colás, para reformarlo y utilizarlo como vivienda habitual.

Tras el portalón de entrada se atravesaba un paso de carruajes en mármol rojo con dos apliques de bronce de 1800, un cristal emplomado daba paso a un distribuidor, una conserjería a la izquierda y una escalera principal como de baile de emperatriz. Hacia la mitad de la escalera y a la derecha había una armadura antigua española. Entrabas así a un patio cuadrado de unos 100m2 lleno de policromías árabes, alrededor todo de mármol blanco con una fuente en medio. Un lucernario coronaba la cubierta del edificio, inundando el patio de luz natural.

Este es un artículo publicado en ABC el 2 de Noviembre de 2012 acerca de los sucesos paranormales ocurridos en este hostal. Se llama El hostal de los malos espíritus.

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